Ultimo momento: Para ser discípulo hay que pagar...

un precio.

¿Dinero? ¿Money? ¡No! Para ser un discípulo (seguidor, alumno, prosélito, adepto, aprendiz,) de Jesús hay que pagar un precio. Pero no se trata de dinero, de comprar un producto, ni de adquirir la felicidad, la salvación o la vida en el más allá (o en el más acá) pagando unas viles monedas.

Judas pensó que por unas monedas podía vender a su Maestro y terminó ahorcándose...

Por supuesto, hay cristianos que se escandalizan cuando se toca el tema del dinero, son muy fervorosos para cantar, y quizás muy dispuestos para "hacer algo" pero para ellos ofrendar, diezmar, o dar las primicias son temas muy materiales, no espirituales.

Pero ¡a no confundirse! Este no es un comentario sobre el dinero y menos sobre la billetera. Hablamos aquí del costo o incluso si cabe el término, del "sacrificio" que se debe hacer, que es necesario emprender, si uno desea ser un verdadero discípulo del Cristo.

¿Que no me creen? ¿Otra vez pensando que debo pagar derechos de autor? Yo no lo dije, y no lo digo (lo escribo ahora), aunque lo repito y no más de una vez, no vale la pena insistir con pusilánimes, tibios, indecisos for ever, postergadores profesionales de las decisiones llenas de telarañas.

"Dirigiéndose a todos, declaró: -Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles." Lo dijo Jesús y el Doctor Lucas lo registró en el Evangelio de su autoría, capítulo 9 versos 23 al 26.

¡Qué insistencia con el tema, Lucas! ¿Dónde te has metido? Sí, porque en el capítulo 14 toma nota de una declaración de Jesús muy importante, en el versículo 26: "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo."

Algunos podrán pensar, quizás, no lo aseguro, pero lo sospecho: "-Este Jesús siempre tan exigente, no es que El es amor?" No te confundas, quien entregó su vida por amor tiene todo el derecho de demandar o exigir lo mismo de aquellos que deseen seguirle, que quieren ser sus discípulos: entrega total.

Que mi mamita, que tu abuelita, que el noviecito o la noviecita de turno, o la horita de danzas árabes, lo que sea, muchos pretextos y excusas son una forma de negar a Cristo delante de los hombres. ¿Los que así hacen, qué esperan acaso, que Cristo les dé la bienvenida en el cielo y les diga: "Bien, buen siervo, o sierva, en lo poco fuiste fiel, entra en el gozo de tu Señor"?

¿Pero es que este Señor dice que debo odiar a mi padre a mi madre a mis hermanos, etcétera, etcétera? No, no está diciendo eso, está diciendo que el verdadero discípulo subordina todos los intereses a su lealtad a Cristo. Lo escribo de otra forma: el que de veras ama a Jesús, no se trata de un amor intelectual, de un convencimiento mental, el que ama a Cristo pero de verdad de verdad, siempre lo va a mantener a El EN EL PRIMER LUGAR DE SU VIDA.

Por eso deja de mentirte ya a vos mismo. No te engañes. Alguien me decía días atrás, dijo el predicador: "Oye, no voy más, me vuelvo a mi religión" (sic)Pues vuélvete, revuélcate en tu religión y cuando nos necesites, aquí estamos...!, dice que le respondió, (parece que era un predicador español este, parece...)

Un discípulo debe dejar de lado el egocentrismo y transformarlo en teocentrismo, poner a Dios (Teo) en el centro de su vida. Así todo lo demás tendrá el verdadero lugar que le corresponde, porque ser discípulo no te anula, no te coarta, quién dijo que no podrás divertirte, tener amigos, novia, novio, casarte y tener hijos, etcétera. Nadie dijo eso, las prohibiciones de la religión son y la religión te mata, pero la relación te da vida.

Deberíamos publicar un aviso como este:

"SE NECESITAN VERDADEROS DISCÍPULOS DE CRISTO URGENTEMENTE. ADVERTENCIA: HAY QUE RENUNCIAR A TODO"

Un discípulo incluso debe estar dispuesto a sufrir el menosprecio, la tortura e incluso el martirio por la causa de Cristo. Y cuando el apóstol Juan les dice que les escribe a los jóvenes, pone: "porque han vencido al maligno",luego, otra vez: "Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno". (1era de Juan 2:12 y 14 al final).

Sólo los verdaderos discípulos pueden vencer al maligno. Los verdaderos discípulos son los que pagan el costo de tales. Jesucristo con 12 cambió el mundo conocido y nos dejó el fundamento de la Palabra de Vida, el testimonio, las promesas, la fe, el amor, nos dejaron la posta del Evangelio.

¿Cuántos se necesitarían para cambiar Esquel? ...Chubut? ......la Argentina?... el mundo entero?

¿Cuántos están dispuestos a pagar el precio del verdadero discipulado cristiano?

Después no digas que no te lo dije...

Que Dios te bendiga


EB