Te invito a leer esta información publicada en el diario Clarín de Argentina, el 6 de julio:
Los más peligrosos son el tabaco, el sexo sin cuidado y alcohol. Pero hay formas de revertir sus efectos.
En “Eskimo”, una de sus canciones más famosas, el italiano Francesco Guccini canta que “a los 20 todo está todavía entero, a los 20 qué estúpidos somos en serio”, y sin duda gozó la juventud sin preocuparse por las consecuencias. Como el cantautor, que cumplió 60, los adultos encanecidos pagan en gimnasios, terapias desintoxicantes y dietas la cuenta de una adolescencia divertida, pero inconsciente y autodestructiva.
Cada vicio esconde una cantidad de efectos colaterales a largo plazo curables, excluyendo en general los provocados por hábitos extremos como las drogas. “Un cincuentón que depende del alcohol o la droga desde que tenía 20 años –explica el portavoz de la Federación Italiana de Médicos de Familia, Fiorenzo Corti– debe dejarlos y dirigirse a un especialista.
No hay otro camino si quiere recuperarse de algo ”. Corti afirma que los pecados de juventud con daño asegurado son el cigarrillo, el sexo sin protección y el alcohol.
“El tabaco –continúa– puede provocar Enfermedad Obstructiva Pulmonar Crónica (EPOC), que se manifiesta con sofocamiento y tos incluso en verano. Quien tuvo sexo sin protección de joven corre el riesgo de contraer hepatitis, que es una enfermedad que se detecta cuando ya está en una fase avanzada. Eso sin hablar de quienes bebían mucho: su hígado nunca está en buenas condiciones”. En lo que se refiere a las drogas, provocan daños cerebrales a largo plazo a quienes han abusado de ellas.
Para todos los cincuentones que de jóvenes se excedieron, la cura es la misma: actividad física, mucho pescado y verdura, poca carne y nada de cigarrillo. Una copita todavía se puede seguir bebiendo, mejor de vino tinto y no más de una al día.
“Cada vez son más los hombres y las mujeres que a los 50 se acuerdan de hacerse cargo de su salud. Pero el vicio más difícil de eliminar sigue siendo el cigarrillo”, sentencia Corti.
Si de jóvenes fueron aficionados a tomar más de cuatro tragos en cada salida nocturna, existe el riesgo de que las neuronas estén dañadas, que la capacidad de decisión esté disminuida y que haya perdido fuerza también la memoria. El profesor Joel Manson, docente de medicina y nutrición en la Tufts University (EE.UU.), aconseja que los amantes del alcohol hagan una hora de gimnasia aeróbica varias veces a la semana (“pero también es bueno caminar”) y una dieta sana con verduras y cereales.
Y quienes eran fans de la comida chatarra no deben precipitarse sobre el pavo hervido, porque “lo único que harían es aumentar el hambre y el asco por esas comidas –sostiene John Foreyt, director del Centro de Investigación del Comportamiento en el Colegio de Medicina Baylor estadounidense–. Lo mejor es ir de a poco”.
En todos los casos, el primer paso es un chequeo completo: análisis de sangre, exámenes cardíacos y especializados según el vicio que se tenía de joven. Si siempre se tomó cama solar, es oportuno hacer un examen dermatológico y repetirlo cada dos años. Lo mismo vale si se tuvo sexo con varias personas y sin protección: análisis de sangre, PAP y una buena charla con el ginecólogo o el andrólogo, que escuchando nuestra historia entenderán por dónde viene la cosa. Y que, en lo más profundo, sentirán un poco de envidia por esa juventud vivida tan intensamente.
Los vicios y sus consecuencias
Alcohol
Afecta al hígado y, si se toma mucha cantidad en poco tiempo, también puede dañar las neuronas.
Cigarrillo
Es el más difícil de dejar. Puede provocar Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Comida chatarra
Sus altos niveles de grasas y sal elevan los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Sexo sin protección
Expone a contraer enfermedades de transmisión sexual, como VIH y hepatitis.
Drogas
Son las que tienen efectos colaterales más graves, como el daño cerebral a largo plazo.
Hasta ahí la nota. Deberíamos tener en cuenta que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo tanto debemos cuidarlo. Si nos amamos a nosotros mismos, podremos amar a los demás. Si nos amamos debemos cuidar el cuerpo. Cuidarlo es darle la alimentación equilibrada y que el cuerpo necesita, el descanso que nos pide el cuerpo incluido el cerebro, el trabajo y el estudio diario también. Negarle la alimentación al cuerpo, salvo por el ayuno bajo sujeción y guía del Señor, es matarlo. Llenarlo de comidas fuera de horario, golosinas, mucha sal, chatarra, es maltratarlo y tendremos que dar cuenta de todo a Dios.
Recordemos que fuimos creados para la gloria de Dios, El nos creó y no nosotros a nosotros mismos.
Max Lucado, en su libro "3.16 los números de la esperanza", dice: "...Cuando tratamos de canjear roles con Dios y decirle que podemos comer (pensar, decir, hacer, controlar, adueñar, lastimar, inhalar, ingerir, exigir) cualquier cosa que queramos, sufrimos dos muertes. A Adán y a Eva les pasó. Murieron físicamente, cuando les llegó la hora,y espiritualmente de forma instantánea".
Necesitamos hacer nuestra cada día, la oración de Moisés: Ayúdame a contar los días de mi vida, de tal manera que traiga al corazón (a mi mente) sabiduría.
La vida te pasa la factura, el cuerpo te va a cobrar todo lo que le hiciste. Es cuestión de siembra y cosecha. Si quieres tener un cuerpo saludable a los 50 y mucho más, AHORA tienes que cuidarlo, obedeciendo a Dios.
Que Él te bendiga y mandame algo a cambio de esto que te regalo, si te bendice. ¡No! Plata no! Algún comentario.....
EB
ESTE BLOG NACIO A RAIZ DEL PRIMER CAMPAMENTO JUVENIL CHOLILA 2009 Y TIENE COMO PROPOSITO QUE LOS JOVENES CON EL SEAN AYUDADOS EN SU CRECIMIENTO ESPIRITUAL, PUEDAN APORTAR IDEAS, PREGUNTAS, HACER NUEVOS AMIGOS, DIVERTIRSE, Y HACERLO - SOBRE TODO- DE ELLOS Y PARA TODOS...
viernes, 9 de julio de 2010
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