El sábado por la tarde, nos juntamos con algunas hermanas y niños de la iglesia y nos fuimos a limpiar el arroyo con guantes, palos con redes y ganchos, y bolsas de residuos... y mucha alegría.
Mientras, otras hermanas hacían rosquitas para servirnos luego una merienda. El día se presentaba lindo, no hacía frío y había sol.
Pensábamos limpiar desde la zona de La Cascada hasta el puente peatonal sobre la calle Avellaneda, pero solamente pudimos hacerlo con el tiempo del cual disponíamos, hasta el puente de la Avenida Ameghino.
Eramos un equipo de trabajo de aproximadamente 18 personas y juntamos más de una docena de bolsas llenas de consorcio con toda clase de residuos: vidrios, alambres, botellas de plástico, pañales, cartones, trapos, bolsas de nylon, papeles de golosinas, restos de cajas de tetra brick, restos de elementos de construcción, hierros, etc.
Hasta un trozo de hierro muy pesado de 1 metro de largo estaba en el arroyo y pedazos de lata, de partes de autos.
Por un planeta limpio. No podremos limpiar el mundo pero sí el lugar donde vivimos. Nos parece sorprendente encontrar esta clase y cantidad de basura en nuestro querido arroyo.
Es hora que entre todos lo cuidemos.
1 comentario:
la verdad es una actividad muy buena para incentivar a la gente, para unirnos como grupo también y para que nos demos cuenta del tipo de contaminación que hay y que vean que en ningún momento nos quejamos sino que lo hicimos con la cara llena de risa. aunque hubieron algunos percances (como lo de mi muñequera)pero igual no estoy conforme creo que hay que IR POR MAS
bueno les dejo un saludo
Publicar un comentario