Los jóvenes estamos siendo vapuleados por los medios de comunicación. Su bombardeo constante proveniente de mentes enfermas que no tienen a Cristo, nos incitan a drogarnos, matar, robar, fornicar y probar toda clase de placeres, nos excitan para tomar cerveza cuando jugamos al fútbol, o vino, o diversas bebidas estimulantes con las que se nos va el dinero... y la vida.
Su trabajo constante minuto a minuto, segundo a segundo, deja atrás a la educación que nos brindan nuestros padres y la escuela.
Los jóvenes somos estigmatizados y cada día ocupamos la primera plana de los diarios por crímenes, hechos de violencia, transgresiones, escapadas, etcétera.
Podemos romper con todo este esquema diabólico si atendemos a la Palabra de Dios, el Manual del Fabricante. Además los jóvenes que se drogan, roban o matan no son mayoría, aunque lo parezca, son pocos y esperemos el día que ninguno haga estas cosas.
En la Palabra de Dios dice que aquellos que nos hemos reconocido pecadores y hemos acudido a Cristo, somos hijos de Dios, (Efesios 1.5), los que hemos sido lavados por su sangre preciosa, en sacrificio perfecto vertido en la cruz, (Romanos 5.1).
Declara la Palabra que somos sacerdotes al servicio del rey.(1a. Pedro 2.9).
Nos pone en situación de gobierno, de liderazgo, para ser cabeza y no cola, estar arriba y no debajo, adelante y no atrás:(Deuteronomio 28.13)Pues que estamos sentados en lugares celestiales con Jesucristo, es decir, en lugares de Autoridad. (Efesios 2.6).
Somos siervos de Dios.(Romanos 6.22).
Somos ricos, no somos pobres.(2a. Corintios 8.9; Efesios 1.18)
No somos un pequeño pueblo ni una minoría, cada día somos más. El crecimiento del Evangelio en toda Latinoamérica es vertiginoso.A propósito, sabías que anualmente, sólo en Argentina trabajamos más de 300.000 voluntarios en el servicio social e invertimos más de 100.000.000 de pesos al año, que aportamos nosotros de lo que Dios nos da y no el estado como lo hace con la iglesia católica, de los impuestos que nos cobran a todos. Esto no sale en los diarios.
Debemos adoptar la mentalidad de Reino y andar en consecuencia. Vivir, hablar, actuar como tales.(1a. Corintios 2.16).
Te animamos a vos que leés esta Palabra, no aceptes las maldiciones, rechazálas en el nombre de Jesús. No sos tonto, sos inteligente; no sos un fracaso, sos una persona victoriosa, a propósito el espermatozoide que te dio origen venció muchos obstáculos navegando como un corredor de rally, y le ganó la maratón a 600 millones de colegas, corriendo a 112 km por hora!
¡Cómo no vas a ser victorioso!
Es hora de cambiar la mente, de adoptar LA MENTE DE CRISTO, de vivir la vida como Cristo manda, con un propósito, con la frente levantada, sin capucha, sin esconderte, a cara descubierta!
EB
